Los tiburones, selaquimorfos o selacimorfos son grandes depredadores del océano, temidos por la humanidad desde la antigüedad por sus poderosas mandíbulas, pero más recientemente gracias al cine de ciencia ficción y sus relatos. Aún así, no cabe duda que su poder en las aguas del océano es asombroso y su existencia está repleta de curiosidades y particularidades que van desde cosas tan variables como sus años de vida hasta su habitat o respiración. Precisamente sobre esto último, queremos compartir la información elemental sobre cómo respiran los tiburones, sus curiosidades y particularidades.
Qué es un tiburón
Comencemos por definir qué es concretamente este animal. Dar una definición que englobe a cientos de especies no ha sido tarea fácil para los oceanógrafos, pero en concordancia se dice que un tiburón es un pez marino carnívoro (fuera de especies como el tiburón ballena que se alimenta únicamente de plancton), que tiene un esqueleto cartilaginoso y su fisionomía es alargada y esbelta.
Hay que acotar también, sobre todo para el tema que nos convoca, que suelen tener entre cinco y siete aberturas branquiales, una o dos aletas dorsales y una aleta caudal heterocerca. Por otro lado, su cabeza es aplanada, en la parte inferior de esta se encuentra la boca, llena de dientes que son máquinas de desgarrar carne (tiene entre 5 y 15 filas de dientes en cada mandíbula).
Es claro que todas estas características no son exactas, a decir verdad son muy amplias y varían de una especie a otra, por lo que finalmente lo que define a un tiburón como tal, es que sea un animal del suborden de los escualos. Si no eres oceanógrafo y no tienes conocimientos sobre el reino marino, entonces esta información puede dejarte algo frío, pero teníamos que ponernos serios y hablar con términos científicos: para ser exactos, los escualos son concretamente los peces que tienen cuerpo alargado y fusiforme, con hendiduras branquiales laterales.
Esto involucra una gran cantidad de especies, así que para entender la manera de cómo respiran los tiburones, demos un vistazo a las variedades que existen de este majestuoso depredador.
Especies de tiburones y sus diferencias
Los estudios y aproximaciones indican que existen unas 375 especies de escualos, esto incluye a las especies pequeñas que se encuentran mayormente cerca de las costas, hasta los gigantes del océano como el tiburón ballena con sus 18 metros de longitud. Asimismo, es importante aclarar que no todas las especies viven en el océano, algunas como el tiburón sarda puede desplazarse y hacer vida en agua dulce, de hecho, algunos ataques se han registrado en ríos.
Por nombrar solo algunas de las especies más conocidas y estudiadas tenemos al tiburón tigre, el Peregrino, el ballena, el toro, el blanco, el tiburón martillo, el Mako, el limón, el azul, el duende, el zorro, el cebra, etc. Todos protagonistas de investigaciones y documentales.
Lo cierto es que entre una especie y otra existen pequeñas variaciones que les distinguen, y aunque todos los tiburones respiran de la misma forma, existen particularidades en el cuerpo de cada especie.
Cómo respiran los peces más temidos del océano
Así como respiran los peces, los tiburones también lo hacen por las branquias. La respuesta a por dónde respiran los peces del suborden los escualos, es decir, los tiburones, no es demasiado complicada; estos, tienen branquias desnudas (sin opérculos), lo que significa que deben estar en perpetuo movimiento en el agua para poder respirar.
Lo que hacen los opérculos es que permiten que el agua entre por las branquias para oxigenar la sangre del animal cuando no se encuentra en movimiento. Así este depredador, al no poseerlos, debe moverse para filtrar el agua y recibir así el oxígeno en sangre necesario.
Sin embargo, algunas especies se distinguen porque mediante un sistema de contracciones consiguen bombear la sangre a las branquias y así es como consiguen respirar. Para explicarlo de una manera más clara, estos animales, de un estilo de vida poco menos activa que el resto de especies, tienen un sistema circulatorio simple, donde la sangre arterial y venosa están mezcladas: durante el proceso de respiración, la sangre con oxígeno se mezcla con la sangre con CO2.
A estas especies se les conoce como especies bentónicas y se caracterizan entre otras cosas por tener un porcentaje menor al 20 % de hematocritos respecto a los demás, con una concentración de hemoglobina relativamente baja (menos de 6 g por cada 100 ml de sangre). Esta variación se genera porque entre las funciones de la hemoglobina está el mantener las “altas” temperaturas corporales que suelen tener especies como el marrajo (I. oxyrinchus) o el jaquetón (C. carcharias).
Se preguntarán cómo respiran los tiburones, o más bien cómo reciben el oxígeno del agua entonces si sus branquias no tienen opérculos. Pues bien, para esto, como hemos aclarado, se mantienen en constante movimiento, pero además, nadan con la boca abierta para que de esa forma el agua entre a sus cuerpos y sea llevada de inmediato hacia las branquias para que allí sea filtrado el oxígeno.
Pero en resumen, como ya hemos dicho, los tiburones respiran a través de sus cinco o siete pares branquiales que se ubican a los lados de la cabeza, solo que la mayoría, con excepción de las especies bentónicas, deben estar nadando para poder hacerlo. Pero para entender mejor estos procesos, hablemos de lo que son las branquias.
Qué son las branquias
También se les conoce como agallas y son los órganos respiratorios de la mayoría de los peces. El papel que desempeñan las branquias en el caso de los tiburones o de cualquier animal que las posee, es el de filtrar el agua para extraer el oxígeno y transferir el dióxido de carbono al medio.
Es así como respiran los tiburones: captan el oxígeno que se encuentra disuelto en el agua, este pasa a los fluidos internos como la sangre o la hemolinfa, y luego es transportado a los tejidos. Allí, las células utilizan ese oxígeno para darle cumplimiento a los procesos de respiración celular, que se realizan en orgánulos celulares llamados mitocondrias. Finalmente, y como resultado de la respiración celular, se produce dióxido de carbono (CO2), cuyo fin es el de ser eliminado para evitar la intoxicación del medio interno.
Visual y funcionalmente, las branquias son muy diferentes a los pulmones. Para empezar son órganos internos, no externos, y esto se debe a que los órganos en forma de cavidad no son apropiados para la filtración y movimiento de un líquido como el agua, que es por mucho más denso que el aire. En ese sentido, para que exista un intercambio eficaz de gases, debe haber un contacto sin barreras entre las células epidérmicas de la branquia y el agua circundante. Esto queda en evidencia, por ejemplo, cuando en la piel escamosa de los peces, las branquias están siempre cubiertas de tejidos más blandos y frágiles.
Tipos de branquias que existen
El funcionamiento de las branquias en todos los tiburones y demás peces que las poseen es el mismo, pero anatómicamente existe una variación. Están las branquias de apéndices ramificados, que son comunes en moluscos, anélidos, larvas acuáticas de insectos, larvas acuáticas de salamandras y tritones. Y por otro lado, están las branquias que hemos estado estudiando, las de los vertebrados acuáticos llamados peces; estas son estructuras dispuestas entre las hendiduras faríngeas o branquiales, orificios que comunican lateralmente el tubo digestivo del animal con el exterior.
Así que en el caso de los tiburones y el resto de peces, el agua entra por la boca y sale por las hendiduras, en ese proceso se oxigenan los fluidos y los tejidos internos.
En cualquiera de los dos casos las branquias están ligeramente dentro de la cavidad abierta por donde circula el agua. Y como hemos aclarado, en muchos peces, los opérculos actúan como una extensión de la pared corporal que protege las branquias, pero ya sabemos que los tiburones las tienen expuestas.
Animales que respiran por branquias
Existen muchos animales que respiran con branquias y evidentemente todos son acuáticos. Pero para tenerlo un poco más claro, los animales que respiran por branquias se pueden dividir en tres grandes grupos.
Peces
Es el grupo de animales en donde se encuentra nuestro centro de atención, el tiburón. El órgano por donde respiran los peces sin importar si son de agua dulce o agua salada, son las branquias. Nos referimos a animales como la trucha, atún, bacalao, merluza, salmón, pez espada, raya, piraña, la palometa o el mandarín, por mencionar algunos ejemplos.
Moluscos
Los moluscos, como antes dijimos, tienen branquias de apéndices ramificados, es decir que quedan protegidas dentro de una cavidad abierta por la que se hace circular el agua. Los gasterópodos, cefalópodos o bivalvos, son solo algunas de las especies que se caracterizan por tener unos conductos llamados sifones que intercambian el agua con el ambiente desde las branquias.
Vertebrados e insectos
Algunos vertebrados e insectos en sus fases juveniles, como suele suceder con los anfibios, por ejemplo, poseen branquias; pero una vez que llegan a la edad adulta su método de respiración cambia y pasa a ser responsabilidad de los órganos aéreos.
De los tres grupos, es claro que el de los peces es el que más especies de animales que respiran con branquias tiene. Otros animales acuáticos como las tortugas, delfines o ballenas realizan la respiración a través de los pulmones. Si se quiere tener más claridad de estos temas como para explicarlos a un niño, se pueden buscar animales que respiran pro branquias para colorear.
Particularidades sobre la respiración de los tiburones
Hacemos un repaso de las particularidades sobre la respiración tiburones:
- Los tiburones no tienen pulmones, en su lugar respiran o reciben el oxígeno a través de sus branquias. Cualquiera puede precipitarse a decir que todos los animales marinos respiran de esta manera, pero ya mencionamos especies como la tortuga que al igual que otros vertebrados tienen pulmones.
- Tienen unas aberturas a los lados de la cabeza de forma vertical, por allí es donde se filtra el agua.
- La mayoría de las especies recogen el agua con sus bocas abiertas mientras nadan y esta corre directamente hacia las branquias.
- Así como la mayoría de los animales con pulmones no pueden tomar y aprovechar las partículas de oxígeno que están en el agua, de la misma manera el tiburón no puede con sus branquias sacar provecho de las que están en el aire. Esta es la razón por la cual luego de que este animal se encalla en la orilla, muere al poco tiempo, pues no está respirando oxígeno.
- La actividad celular, el movimiento muscular y el funcionamiento de los órganos internos son deudores de las funciones de las branquias. Sin el oxígeno que estas mandan al cuerpo de los escualos, nada de esto (la vida misma) sería posible.
- La hemoglobina es la que se encarga de transportar el oxígeno desde las branquias hacia todos estos lugares. Además de darle el color rojo a la sangre de este pez, también permite que viva en entornos verdaderamente gélidos.
- Por medio de las funciones de sus branquias, estos peces también logran lo que se conoce como el proceso de osmorregulación, que es la liberación de sal del cuerpo del animal, sobre todo en mares que son muy salados.
- Para poder respirar, los tiburones necesitan no parar de nadar e ir siempre con la boca abierta.
- Más agua es sinónimo de más oxígeno y es evidentemente lo que necesita el cuerpo del tiburón.
- Pero no parar de nadar no significa que el movimiento tenga que ser vertiginoso. Existen especies como el curioso tiburón de Groenlandia sumamente lentas (algunos le califican como el animal más lento del océano), que sin embargo están en perpetuo consumo de oxígeno a través del movimiento. De hecho, ese estilo de vida le va muy bien a este animal, pues tiene una expectativa promedio de 200 años de vida.
Esperamos que esta información sobre cómo respiran los tiburones te sea de provecho. Realmente son animales majestuosos y dignos de respeto, lamentablemente se han ganado la fama de asesinos porque unas 12 personas mueren por ataques de tiburones cada año, lo que en realidad es muy poco si lo comparamos con el número de personas que mueren al año por accidentes de tráfico, o ataques de otros animales, por poner un ejemplo.